Amar follando, follar amando, indistintiva, momentánea,
y efímeramente.
Sentir la muerte del sentimiento tras el clímax.
Volver a casa y dormir solas.
Querernos en tu cama y olvidarnos mañana.
No enseñarte las sábanas de la mía.
Intercambiarnos los cuerpos y
escondernos entre nuestros pliegues.
Maquillar cualquier indicio de amor,
para así evitar la incidencia de un nuevo
y aislado corazón roto.
Mentir. Sobre todo mentir
en la Ronda Norte de vuelta a mi morada.
Ni somos, ni dejamos de ser.