jueves, 24 de mayo de 2018

mama Tierra y su perversión

Ante el desesperado grito del Sol, ¿cómo explicarle que aún no? Que no puedo disolverme tan fácilmente con la Pachamama como correspondería.




Frente a mí, la naturaleza gritándome que lo va a secuestrar, que lo esconderá unas horas entre las nubes, para comprobar si en verdad nos hace falta o es puro capricho. Detrás de mí, el aeropuerto y sus pájaros de metal, brindándome la oportunidad de volar lejos de esta ciudad. El horizonte precisará su compañía durante la noche, y entonces será demasiado tarde para hacer nada en ese lapso de tiempo, salvo añorarlo, de nuevo.

Cómo contarle al cosmos todo lo que está aconteciendo acá abajo, donde un día se bautizó como "Tierra" y ahora prevalece el cemento. Donde hemos desenraizado nuestros verdes pulmones para construir una jungla de acero, y lo verde que poseemos lo camuflamos entre ramas de nicotina... para poder evadirnos de la realidad que un día decidimos instaurar.

No me atrevo a confesarte que me he perdido, he ignorado tu esencia y como todas, ahora visto pitillos y bambas, para burlar las sensaciones que el césped que alimentas me intenta regalar. Y ansío llegar al mar para tirarme de cabeza y fluir con sus olas, para ocultarme ante un nuevo ocaso.

Pese a que la hermosa Luna me dedica ondas de conexión cuando la miro directamente a los poros, quizá deba aceptar mi decisión de avecindarme lejos de ti, mas de vez en cuando deber hacer las maletas para desaparecer entre tu brisa, tan caníbal y conciliadora a la vez. 

Nos echo de menos juntas.

domingo, 13 de mayo de 2018

En todas direcciones

12-05

Tras pocas horas de sueño,
hoy me he despertado para ir a un curso
y he tenido que elegir entre
desayunar tranquila
o aparcar la tostada 
para abrazar a mi ostensible regocijo

Y he pensado:
qué nostalgia más tonta,
hermosa sorpresa primaveral,
cuánto amor tan casual.

Porque,
¿no es amor reencontrarte con un amante pasajero
3 estaciones después
y amarnos en los mismos asientos traseros
que un amanecer fueron premiados
con sudor y purpurina?

¿no es amor pertenecer a distintos lugares
y converger en un único cuerpo?

¿no es amor eso de no debernos nada
y querer exprimir cada minuto hasta curarnos el otoño,
como si comerme el coño
fuera la panacea que ambos necesitásemos? 

Porque tras unos suaves besos,
pares,
y digas mirándome a los ojos,
abrazando mi cintura,
que te encantaría comerme el coño.

Huyamos a nuestro refugio improvisado
y después de unos esponjosos besos,
te susurre entre exhalación y jadeo,
que me encantaría que consumieras
nuestro deseo conjunto.

¿no es amor besarme las heridas invisibles
que otros hombres no han sabido respetar?

¿no es amor acariciar
cada centímetro de tu cara,
besarte las pestañas y
mermar la importancia de la realidad?

¿no es amor venerar tu espalda sólo con mis manos
mientras me burlo de como hemos empañado los cristales
en una urbanización aleatoria de la Macarena?

¿no es amor volver a la sala del concierto,
bebernos una cerveza
mientras nos bailamos con el pecho al descubierto,
y besarnos de cuando en cuando la nariz?

Mudar de piel se hace más sencillo
si posas tu peso sobre el mío,
y me impregnas
de todo el amor que ambas nos debemos;
a nadie más que a nosotras mismas.

Todo va a ir a bien,
           sé que todo va a ir bien.