miércoles, 8 de enero de 2020

El sol de enero es más breve


Quién es lo suficientemente valiente como para parar a mirarse, en la superficie y en la base. 

Quién puede contemplarse sin juzgar; contemplar para entender y comenzar a curar.

Cómo atreverme a observar la herida, mirarla con detenimiento como si fuera el tratado de paz con mi realidad, colectiva pero forjada independiente.

Quién tiene las gónadas para soltar, soltar fuerte, dejar ir de verdad. Cicatrizar aquellas y estas heridas, y soltar a la persona con quien se decidió sanar. ¿Y quién para dejarse cuidar, para mostrarse vulnerable?

Quién es capaz de admirar como su cuerpo cambia con el porvenir, aún sabiendo que los arañazos más duraderos son los centrales.






Decidida y sola me fui de casa, por fin volé sobre el manto del Atlántico y deshice la estela del recorrido para no retornar por los viejos caminos. Para que cuando resuelva echar raíces, deba exhalar todo lo aprendido, y así saber construir un puente sólido para mi corazón.

Quizá ahora sea nómada, tal vez sencillamente transeúnte del mundo, acaso fervorosa amante de las américas y sincrodestino.

Por ello es que achucho en el alma a las que me acogen, tanto al amor que me recibe sin conocerme todavía más allá de mi mirada, como al  amor sangre de mi sangre. Abrazo al amor que más presente me ha hecho vivir, sintiendo la vida del morado más llamativo, del dolor más crudo y superlativo

         al marcharme.

Me he descubierto corta de bellas palabras e inspiración en los últimos ciclos lunares, se quedaron en el Caribe, esta vez el mexicano, con vos. Cada mañana me ha azotado tu ausencia, toda noche sueño con un abrazo sincero.

Mas ya nada es como antes, ya antes ni si quiera existía. Este antes reciente y cortante, este antes que cumple una vuelta al sol. No me queda más que desearte una primavera eterna en tu sonrisa y corazón. 

A la venidera luna llena le ruego la señal que lleva gestando tantos crepúsculos, que ya me dirijo hacia el mismo sentido sin ninguna vacilación. Y quién sabe, quizá yo.