miércoles, 14 de noviembre de 2018

Su aroma

Juega con ventaja;
su aroma en mi almohada
hace que me cuestione
cuál fue realmente
la época Dorada.

Mi corazón se halla confundido;
no sabe qué siente,
ignora qué quiere sentir,
desconoce qué está dispuesto
a sentir.

Me concedo el beneficio de la duda
para que cuando nos estemos respirando,
podamos seguir entregándonos
sin incumbirnos
los quehaceres de la mañana;

para que cuando me deje llevar,
al final del viaje no me importe
encontrarme mareada.

Como les relato,
su esencia está impregnada en mi cama.
Así, aunque amanezca sin su abrazo,
su recuerdo me acompaña
cuando me cubro con mis ganas.

"Ahorita nos vemos"
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El tiempo separados no es proporcional a cuánto se extraña.
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