A veces si suspiro,
me inspiro.
No huyo pero
me escabullo entre la multitud.
Cierro los ojos y diviso
que aquello que persigo
lo deseo.
Tengo miedo del miedo,
pero aprendiendo estoy a ser fuerte.
Me refiero a hacer cara a mi mayor temor:
encontrarme el fracaso cual golpe en la frente.
Es curioso,
cuando se despierta el Lorenzo
me visto con mi mejor sonrisa y
me decido a comerme el mundo.
No hay quien me pare
excepto yo:
mi único enemigo y mayor héroe.
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