La felicidad a plazos, a sorbos; despacito que me quemo.
Y si me preguntas dónde me he dejado todos los recuerdos,
te diré que los he enterrado en el mismo lugar: con el nosotros.
Sigue saliendo el sol, pero a mí ya no me deslumbra.
El mar sigue disperso, pero a mí ya no me marea.
El aire sigue quieto, pero yo fluyo como la brisa.
Así voy; sin prisa, sin pausas. Insumisa, conmigo misma.
Y menos mal.
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