domingo, 13 de mayo de 2018

En todas direcciones

12-05

Tras pocas horas de sueño,
hoy me he despertado para ir a un curso
y he tenido que elegir entre
desayunar tranquila
o aparcar la tostada 
para abrazar a mi ostensible regocijo

Y he pensado:
qué nostalgia más tonta,
hermosa sorpresa primaveral,
cuánto amor tan casual.

Porque,
¿no es amor reencontrarte con un amante pasajero
3 estaciones después
y amarnos en los mismos asientos traseros
que un amanecer fueron premiados
con sudor y purpurina?

¿no es amor pertenecer a distintos lugares
y converger en un único cuerpo?

¿no es amor eso de no debernos nada
y querer exprimir cada minuto hasta curarnos el otoño,
como si comerme el coño
fuera la panacea que ambos necesitásemos? 

Porque tras unos suaves besos,
pares,
y digas mirándome a los ojos,
abrazando mi cintura,
que te encantaría comerme el coño.

Huyamos a nuestro refugio improvisado
y después de unos esponjosos besos,
te susurre entre exhalación y jadeo,
que me encantaría que consumieras
nuestro deseo conjunto.

¿no es amor besarme las heridas invisibles
que otros hombres no han sabido respetar?

¿no es amor acariciar
cada centímetro de tu cara,
besarte las pestañas y
mermar la importancia de la realidad?

¿no es amor venerar tu espalda sólo con mis manos
mientras me burlo de como hemos empañado los cristales
en una urbanización aleatoria de la Macarena?

¿no es amor volver a la sala del concierto,
bebernos una cerveza
mientras nos bailamos con el pecho al descubierto,
y besarnos de cuando en cuando la nariz?

Mudar de piel se hace más sencillo
si posas tu peso sobre el mío,
y me impregnas
de todo el amor que ambas nos debemos;
a nadie más que a nosotras mismas.

Todo va a ir a bien,
           sé que todo va a ir bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario