jueves, 18 de agosto de 2016

De verdad, sin peros

¿Y si nos queremos? ¿De verdad? ¿Sin peros?

¿Y si desafíamos a los kilómetros (o millas), las horas de diferencia, el Océano Atlántico, los imposibles?

¿Y si nos jugamos el deseo, el de el uno por el otro, o el de uno por otro?

¿Y si me creo que una semana es suficiente para echarte de menos, pensar en ti (en tu sonrisa, tus ojos, tu maldito culo), romper lo preestablecido?

¿Y si no olvido como buscabas mi mano cuando me llevabas a casa, cuando querías encontrar la palabra exacta en castellano, cuando sin querer me añoraste?

¿Y si sólo deseo que ocupes la mitad de los 105 cm de mi cama, invitarte a una vuelta en moto,  que me desarañes el alma?

¿Y si te recuerdo que, incluso, te sentiste egoísta al alegrarte cuando perdí mi vuelo, por compartir tan sólo un puñado más de risas y besos?

¿Y si al final del día todo fue una segunda oportunidad de la vida para prometernos un "hasta luego"?

¿Y si al fin y al cabo esto no es más que otra pesada broma del destino?




Así; de verdad, sin peros, sin suposiciones.

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